No hace ni un año desde que Rafa Nadal colgara su raqueta de manera definitiva y, desde el principio, han sido muchas las especulaciones con su futuro como posible entrenador. Desde ser técnico de alguna de las jóvenes espadas que brillan en estos momentos en el tenis mundial hasta ser el capitán de la selección española en la Copa Davis.
Y por si alguien tenía en mente que lo entrenara para Wimbledon o para el último Grand Slam del año, el US Open, el manacorí ha dejado claro en su podcast NDL Pro-Health - que consta de ocho capítulos - que, por el momento, no se ve sentado en una grada dando instrucciones a nadie: "No se sabe. Es difícil. No me veo a día de hoy. Tengo demasiadas cosas como para pensar en eso, pero es cierto que el tenis es una parte de mi vida y no digo que no a lo que pueda pasar en unos años. Mi vida actual es una, no sé la que va a ser dentro de tres o cuatro años".
En este sentido, reconoce que la paternidad le ha cambiado su rutina. Eso sí, le ayuda para seguir entrenando: "Antes me levantaba con el despertador y ahora tengo un niño que me despierta. Un poco antes. Normalmente entreno de ocho y media a diez de la mañana. Me doy cuenta que si lo dejo para última hora siempre hay excusas para no hacerlo y por eso prefiero empezar el día con el conocimiento de lo que tengo que hacer".
Sobre dichos entrenamientos, confiesa que su objetivo es volver a las pistas: "De momento hago un poco de todo; mantengo algunas rutinas de cuando jugaba al tenis para proteger las rodillas y los hombros, que es lo más peligroso para nuestro deporte, y lo voy acondicionando para cuando decida volver a jugar un poco a tenis, aunque sea de manera distinta, pero que me sirva para estar más o menos listo. Después estoy haciendo algo de fuerza, los tres días hago algo de fuerza, y cardio, intervalos más cortos cuando hago ejercicios de más fuerza, y los días que no hago tanta fuerza hago un cardio más largo".
Su día a día consiste en: "Es una vida con poca rutina. Intento organizarme el día para pasar tiempo en casa, me gusta ir a buscar al niño al cole, la verdad, y lo hago todas las veces que puedo, y después intento ponerme la mayor parte de mi trabajo, reuniones y eso, por las mañanas".
Y entre tanto, también saca tiempo para su otra pasión, el fútbol: "Me encanta el deporte en general y mi vida ha estado siempre ligada al deporte. Pero me aficioné especialmente al golf cuando era profesional porque era un deporte que me permitía hacer algo que me divertía fuera del tenis y con un riesgo mínimo de lesión. Me encantaba jugar al fútbol y a otras cosas, pero había un riesgo de lesión que tenía que evitar. Ahora he jugado al fútbol varias veces. Después de quince años sin jugar, me he vuelto malo, juego de lo que puedo. Normalmente de delantero".