El Masters 1000 de Montecarlo es uno de los más espectaculares y esperados del año por muchos motivos. Primero porque es el que da inicio a la campaña de tierra batida; después, porque se sigue alargando solo durante una semana, lo que le da ese aura que junto al glamour del Principado nos traslada al tenis antiguo; y tercero y más importante, porque siempre nos regala grandes partidos. Este viernes en cuartos de final lo hemos podido ver con Alejandro Davidovich y Carlos Alcaraz ganando sus partidos de cuartos, pero aún quedaba m ucha jornada. Sin embargo, en el tercer cuarrto de final hemos visto un marcador sumamente inesperado.
Álex de Miñaur y Grigor Dimitrov llegaban a esta ronda en situaciones ciertamente distintas. Ninguno de ellos había sufrido en exceso en octavos, ante Daniil Medvedev en el caso del australiano y Alejandro Tabilo en el del búlgaro. Aunque en el caso del veterano europeo si que había alguna duda más, puesto que había tenido algunos partidos más irregulares, como el que tuvo ante el local Valentin Vacherot. Pero el pasado importó más bien poco a la hora de saltar a la central del Montecarlo Country Club, donde solo hubo un jugador.
El australiano alcanzó su segunda semifinal de Masters 1000, la primera en tierra, al arrasar a un Dimitrov que no opuso resistencia, ofreció resistencia por un doble 6-0. Fue muy inesperado lo que se vivió en la pista Rainiero III, la central del club monegasco. Y es que nadie podía prever que un duelo de cuartos de final durara tan solo 44 minutos y sobre todo, lo más extraño fue el despliegue de un irreconocible Dimitrov, que firmó 23 errores no forzados y un solo punto ganador.
De Miñaur, que jugó a un gran nivel, suma su vigésima victoria del 2025, más que ningún otro jugador en el circuito ATP. Se erige así como claro candidato para el título, toda vez que está siendo uno de los más fiables de estos días. Pese a haber pasado gran parte de su vida en España, jamás había mostrado un nivel tan alto en arcilla como el de estos días. La otra cara ha sido Dimitrov, que abandonó la pista entre abucheos del público, sorprendido y molesto con lo que había visto en el encuentro
El australiano, que tras Barcelona y Lyon vuelve a situarse en semifinales de un torneo terrícola, el primero de este nivel, se enfrentará en semifinales con el ganador del partido entre el italiano Lorenzo Musetti y el vigente campeón, el griego Stefanos Tsitsipas, que cerrará la jornada.